Undía el dueño del castillo se levantó muy temprano, colocó una gran piedra en el camino de la aldea y se escondió cerca del lugar para ver lo que ocurría al pasar la gente. Poco después pasó por allí un hombre con una vaca. Gruñó al ver la piedra, pero no la tocó. Prefirió dar un rodeo y siguió después su camino.
Nadamás cierto, porque esas frases y muchas más nos acompañan en el camino. Esa de la señora en Maracay, “Debemos lograr tener un cementerio de casetes” me hizo recordar que una vez entrevisté a una cantante que me dijo que el mejor consejo que le habían dado en su vida, era nunca escuchar consejos para que la cabeza no se
Nose pueden ni deben llamar engaños los que ponen la mira en virtuosos fines. (Don Quijote) Don Quijote decía que estaba bien mentir cuando el objetivo de esta mentira era una obra de bien. Y que si hablo
- Аνը μажαд
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